En un salón comunal, Luis, un viudo de sesenta años, preside una reunión semanal del Comité, mientras que Marga, también de sesenta años, dirige una clase de Zumba. Luis siente que la vida comienza su cuenta regresiva; Marga piensa que la vida comienza en la jubilación y baila como si aún estuviera en el instituto. Lo que comienza como una serie de breves encuentros entre opuestos naturales, unidos por la necesidad de empacar la mesa de caballetes, se convierte gradualmente en una amistad, y su comprensión del tiempo que les queda cambia irrevocablemente.